Uno de los remedios que más se recomiendan para mejorar o conciliar el sueño es la meditación. A veces puede intimidar y parecer difícil… ¿cómo se consigue dejar la mente en blanco? ¿Eso no es algo que sólo consiguen los monjes en el Tíbet? Lo cierto es que la meditación, en una corriente tan actual como es el Mindfulness, se consigue fácilmente y con pocos requisitos.
¿Qué es el Mindfulness y cómo se practica?
El Mindfulness o “Atención plena” consiste en prestar atención conscientemente al presente con interés, curiosidad y aceptación. No significa dejar la mente en blanco, como muchos creerán, ya que esto es algo difícil que requiera muchísima práctica, sino que se trata de redirigir todos los pensamientos sobre cosas del pasado y del futuro al presente, teniendo muy en cuenta la situación en la que se está en el momento.
Se presta atención al presente porque es el único capaz de cambiar nuestro momento: el pasado no puede porque ya ha tenido lugar y el futuro aún no ha ocurrido. Con la Atención plena, se deja fluir la experiencia tal y como se esté dando, observándola como si se fuese un espectador u observador de tu propia vida.
El Mindfulness se puede practicar de muchas formas. Algunas de ellas son:
🧘🏻 Entrenando la capacidad de aceptar tu situación presente sin juzgarla, sólo observando.
🕯 Teniendo intencionalidad y determinación: sólo se puede meditar si se quiere meditar, por lo que hay que encontrar momentos del día para hacerlo, a ser posible alejados del ruido.
☁️ Se puede hacer tanto sentado con la columna recta como tumbado. Lo importante es tener la espalda bien alineada para facilitar la respiración.
Los beneficios del Mindfulness en el día a día
Los beneficios de meditar a diario (o a menudo) son incalculables para la salud. La relajación muscular permite una reducción significativa del estrés y sus síntomas, además de que mejora los dolores musculares y contracturas.
La Atención plena ayuda a entrar en mayor contacto con uno mismo y a ser menos reactivo ante experiencias desagradables, pues se aprende a gestionar mucho mejor tanto las emociones como la aceptación de cosas que no queremos que sucedan. Esto equilibra las emociones y genera más calma y paz. La meditación ayuda a reconocer que las sensaciones son fluidas, al igual que el tiempo, que todo viene y va, y finalmente, acaba pasando.
El Mindfulness en el descanso
La mayoría de las personas que realizan estas prácticas en su rutina, aseguran que ayuda mucho a la hora de irse a dormir. Se puede practicar a lo largo del día, pero si se hace antes de irse a la cama, aseguras entrar entre las sábanas con un grado de relajación mucho mayor.
Meditar ayuda a tener un sueño más reparador y profundo, evitando despertarse varias veces durante la noche y rompiendo los ciclos del sueño. También ayuda a levantarse con más energía y mejora la concentración a lo largo del día gracias a que la mente se encuentra mucho más despejada.
Destensar los músculos baja las pulsaciones y regula la respiración, algo clave para el descanso tanto del cuerpo como de la mente.
Además, un mayor estado de relajación tanto física como emocional ayuda a mejorar todos los aspectos anteriores y la calidad del sueño.